La Virgen de la Merced o de las Mercedes fue siempre devoción de gran afecto y veneración para los sevillanos, por el heroísmo de caridad que predicaban los Religiosos de dicha Orden, dedicándose a la Redención de cautivos, siendo testigo esta ciudad de sus obras al presenciar muchas veces el gran número de redimidos en Marruecos, cuyo imperio se hallaba tan próximo a Sevilla, y que con gran aparato eran llevados procesionalmente a la Iglesia Catedral para allí cantar un Te Deum en acción de gracias.
Al Santo Rey Fernando III le seguía en la Reconquista de España una gran muchedumbre de gente, no solo de distintas regiones de la Península sino de algunas otras naciones de Europa; y como San Fernando profesaba tierna devoción a la Madre de Dios, procuró que entre los muchos que le seguían hubiese un grupo de artífices a quienes mandaba hacer imágenes de la Señora, para dejarlas en las iglesias de las ciudades y plazas conquistadas, y las imágenes que vinieron al sitio de Sevilla se hallaban repartidas en el campamento cristiano al cuidado de los Religiosos que le acompañaban para el servicio del culto divino y administración de los Sacramentos; pero repartidas según la devoción particular de cada región; y así la Virgen de la Sede entre los caballeros castellanos, la del Pilar entre los aragoneses, la de la Merced entre los catalanes entre los que se encontraba San Pedro Nolasco con los caballeros y religiosos de la Orden recién fundada.
El 23 de noviembre de 1248 día de San Clemente, hizo San Fernando su entrada triunfal en Sevilla, recorriendo la orilla del Guadalquivir hasta la Puerta de Goles, corrupción mora de la palabra Hércules a quien se atribuye la fundación de la ciudad, y pasando por dicha Puerta, atraviesa la calle de Armas hasta llegar a la Mezquita principal. Generosamente se portó el Rey con todos los que le habían ayudado en la Reconquista, y a San Pedro Nolasco le dio un sitio junto al río Guadalquivir para que fundara un Convento, en el año 1249, que se llamaría de Santa Olalla o Eulalia, en recuerdo de la primitiva Casa de la Orden en Barcelona, haciéndole además donación de una imagen de la Virgen de la Merced; pero dicho Convento fue trasladado en 1251 al lugar que ocuparía durante seis siglos, dentro de los muros de la ciudad y muy próximo a la Puerta de Goles, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Merced, que vino a ser el Convento Casa-grande de dicha Orden hasta la exclaustración de los Religiosos en el año 1835, edificio que desde 1840 es Museo y academia de Bellas Artes.
En lo antiguo la Puerta de Goles estaba en ángulo recto con el camino y muy baja, de manera que desde la Puerta sólo se veía el muro grande de contención del terreno; una escalera a la derecha daba paso al barrio de los Humeros, dejando a un lado la casa y huerta de Hernando Colón, que se extendía hasta la Puerta de San Juan (calle Guadalquivir) y tenia de ancho desde la muralla de la ciudad hasta la islota de la Higuerita. En los Humeros tuvieron los moros su barrio de pescadores y por esto se le llamaban “Humeros de las sardinas”.
En el año 1565 se hicieron reformas en esta Puerta por orden del asistente de la ciudad, D. Francisco Chacón, señor de Casarrubios, poniéndole de mármol la escalera, se quitó la escultura de Hércules que estaba en la parte alta, y a cada lado de ella se hicieron unas hornacinas; en la derecha se puso en lo alto un lienzo con Ntra. Sra. de la Merced en su pequeño retablo, y en lo bajo un Calvario pequeño; a la izquierda se colocó un cuadro de San Antonio y en la parte baja se hizo un cuarto para el guarda de aquel lugar.
Por esta puerta entró en Sevilla el Rey Felipe II el día 10 de mayo de 1570, haciendo antes el recorrido por entre el río y la Torre del Oro, o sea por los mismos sitios que lo hiciera San Fernando. Desde entonces se llamó la Puerta Real.
Junto a la casa y huerta de Colón había una ermita, y en ella un Cristo Yacente de mucha devoción, donde hacía pocos años se había establecido la hermandad de Nuestra Señora de Villaviciosa, que vino a formar con el Santo Cristo la hermandad del Santo Entierro; y en el año 1.600 la Orden de la Merced hizo un Convenio con la cofradía, determinándose, entre otras condiciones, que las imágenes titulares de esta se colocarían en el altar mayor de la nueva capilla que se labrara, y, en aquel sitio, extramuros de la ciudad, se fundó en 1.601 el Colegio de San Laureano, muy próximo al convento antiguo de los Mercedarios y contiguo a la Puerta Real, para los estudiantes de la Orden de esta Provincia. A los tres años se agregaron a este colegio los Mercedarios Descalzos, pero en 1.607 se acordó, en un Capítulo General, la separación, que se llevó a efecto en 1.611, en que tuvo principio el Real Convento de San José para los Descalzos, que se levantó entre las parroquias de San Nicolás y Santa María la Blanca, primero como Hospedería y desde el año 1.614 como Convento.
Créese con bastante fundamento, que los Religiosos Mercedarios Calzados de San Laureano fueron los que impulsaron a los devotos de la Señora para que se constituyera, en el siglo XVII, la Hermandad de Nuestra Señora de las Mercedes de la Puerta Real, pues al cerrarse todas las noches las puertas de la ciudad, les quedaba allí, en su hornacina, la Madre de todos bajo ese hermoso título de la Merced a quien podrían acudir en sus necesidades.
Luego, aquella primitiva hornacina debió transformarse en pequeña Capilla, que se arruinó, pues en el año 1718 el Cabildo secular de la ciudad autorizó a la Hermandad para que la reconstruyese con el informe favorable del Maestro Mayor del Cabildo, Marco Sancho. Esta noticia es interesantísima, pues prueba, de manera taxativa e indudable, que el retablo ya gozaba de cierto abolengo por estas fechas.
1725.- se forma las primeras Reglas. Fueron confirmadas por el Excelentísimo señor don Luís de Salcedo y Azcona, arzobispo de esta ciudad, y por don Antonio Fernández Rajo, provisor y vicario general. Hubo además una Bula, que concedió el Padre General de la Merced Calzada.
1726.- la Hermandad, ya constituida como tal, solicitaba del Ayuntamiento que se le prestase unas velas o toldos para las fiestas que había de dedicar a su Patrona.
1729.- Fue recibido como hermano el sr. don Diego de Lugo, veinticuatro de la ciudad, a pedimento de quien se concedió la anterior Bula; "Nobilísimo sevillano, porque era protector y director de la Citada Hermandad y fue quien la puso en la decencia que se halla..."
1739.- Existía en la capillita de la Puerta Real una Congregación llamada "Rosario del Alba de María Santísima de las Mercedes”. Esta Congregación, habiendo costeado un Simpecado y no teniendo sitio para colocarlo, pidió al Cabildo autorización para guardarlo debajo del arco donde estaba la Capilla. También pidió se le permitiera poner unas puertas que asegurasen la insignia.
1757.- Se tiene constancia que el retablo de la Virgen, que tuvo en lo antiguo un lienzo con efigie de las Mercedes, fue arruinado y se sustituyó por otro donado por don Francisco Sánchez Guerrero.
Este Rosario de la Puerta Real gozó de mucha popularidad y fue uno de los quince (en memoria de cada Misterio) que acudieron a la Catedral en 1761 con motivo de la solemnísima e inolvidable Declaración del Patronato de la Inmaculada, para los reinos de España y de sus Indias.
La ocasión fue la siguiente: Deseaba el Rey Carlos III extender cuanto pudiera la devoción a la Santísima Virgen en el misterio de su Concepción Inmaculada, y que su culto fuese general en todo el reino, con cuyo objeto solicitó de la Silla Apostólica que declarase a la Señora en este misterio Patrona Universal de todos sus dominios. Cuando llegó a Sevilla la noticia de que el Papa Clemente XIII, por su breve dado en Roma el 8 de noviembre de 1.760, había declarado el Patronato Universal de la Inmaculada para España y sus Indias, el pueblo sevillano exteriorizó su júbilo con vivas, luminarias y cánticos; las parroquias, Capillas y Ermitas, los Conventos de Religiosos y Religiosas y las Hermandades de gloria y las Cofradías de Penitencia celebraron funciones solemnes para agradecer dicha concesión. El Cabildo Eclesiástico, de acuerdo con el secular, determinó celebrar tres suntuosas funciones los días 7, 8 y 9 de agosto del año 1.761. Y al romper el alba del tercer día de las fiestas acudieron a la Catedral “quince Rosarios”, entre ellos el de las Mercedes, de la Puerta Real, que traían escogidos coros de música, cuyos instrumentos resonando a la par convirtieron aquel lugar en un remedo de la Gloria; a cada Rosario se le había señalado una Capilla donde se le dijo la Santa Misa. Y luego que se retiraron los Rosarios de la Aurora empezaron los oficios del día, predicando el Canónigo Penitenciario D. Felipe Ponce de León, y por la tarde hubo procesión general que recorrió el itinerario del Corpus Christi, llevándose la imagen de la Concepción que se venera en la Capilla de la Catedral, que se llamaba de Molina.
1766.- Hacia este año se perdieron muchos documentos de la Hermandad, siendo secretario de ella don Antonio Gandía, que también fue secretario de la Real Justicia de esta ciudad... "en la misma noche que le dieron la muerte violenta delante de la puerta de San Francisco, con cuyo alboroto se incendió su casa, sin saberse cómo se quemaron varios bienes de él y distintos libros y papeles que como secretario de la Hermandad tenía en su poder". Conviene anotar esta circunstancia, para explicar la falta de esos documentos en la primera época.
La Hermandad "del Patrocinio de María Santísima de la Merced" (que así aparece ahora llamándose) tenía a su cargo no sólo la capillita o retablo de la Titular, sino otras dos más en el mismo sitio de la muralla: una dedicada a San Antonio de Padua y otra al Calvario.
1771.- Al contrario que otras hermandades, y quizás por su carácter popular, no poseyó grandes riquezas. Sus rentas eran escasas, según da a entender una relación que la ciudad envió este año al Consejo de Castilla, donde se especifican rentas y bienes de las hermandades. Dicho documento dice: "Hermandad del Patrocinio de Nuestra Señora de la Merced y San Antonio en la Puerta Real. Tiene aprobación del Ordinario Eclesiástico. Gasta 600 r. vn., los que junta de limosnas, e invierte en aceite, cera, fuegos y otras menudencias que se ofrecen, cuyo gasto no es anual, sino cuando se ofrece".
1781.- En Cabildo de la Ciudad, del miércoles 22 de agosto, presidido por el Teniente Primero don Juan Antonio Santamaría, se acordó que el Procurador Mayor don Antonio Melgarejo y Ponce de León, del Orden de Calatrava, informara sobre cierta solicitud que la Hermandad había cursado para labrar vivienda a un prioste que cuidara del alumbrado nocturno y aseo diario de su capilla, aprovechando cierta sala o casilla de resguardo que ocupaban los Ministros de las Reales Rentas.
El sr. Melgarejo ordenó que reconociera el sitio el Maestro Mayor don Pedro de San Martín, por si era posible labrar segundo cuerpo a la casa, sin perjuicio de terceros. Su informe resultó favorable, y después de cierto papeleo, donde la Hermandad no pudo demostrar sus títulos de propiedad por la quema de documentos que hubo en el fuego accidental ocurrido “hace quince o diez y seis años” (véase 1766), el Síndico Personero dictaminó que podía hacerse la obra, puesto que era de utilidad, pero “que la ciudad se reserve el dominio y poder del sitio bajo… que no quede elevación ni comunicación que pueda perjudicar la muralla ni al Colegio contiguo de San Laureano”.
1782.- En otro Cabildo de la Ciudad celebrado en 21 febrero y bajo la misma presidencia anterior, votan todos en conformidad con la ejecución de la obra, menos el Diputado del Común, y dos días después, el 23, se comunica a la Hermandad la resolución final para poder ejecutar las obras.
1790.- Gracias a dos cuadernos inéditos (publicados en 1999 por Mª Teresa Ruiz Barrera) podemos conocer algunos aspectos sobre la Hermandad del Rosario de Nuestra Señora de las Mercedes sita en San Laureano. Los actos principales de la congregación eran la novena a su titular en septiembre, el jubileo para festejar el 4 de julio a San Laureano, patrón del convento mercedario, sede canónica de la congregación, y los cultos a las Ánimas Benditas en noviembre, además de la procesión pública del Rosario, eje central de la hermandad.
En octubre de este año leemos “que la Novena se ha hecho haciendo estaciones por las calles públicas de esta Ciudad y ofreciéndolos en los conventos de religiosas” (Los de San Clemente, Pasión, los Remedios, la Asunción, San José, Mínimas (de la calle Sierpes), Ntra. Sra. de Gracia, Ntra. Sra. del Socorro, a más de San Jacinto, San Laureano, Santo Ángel, la Capillita de San José, San Diego, San Pedro de Alcántara y Santa Lucía. ¡Todo un mapa o compendio espiritual de la geografía religiosa en la Sevilla de aquel entonces! Dichas estaciones eran pagadas bien por la Hermandad, bien donadas en parte o completamente por algunas hermanas.
Esta procesión del Rosario se acompañaba solemnemente por los cánticos que entonaban las hermanas y músicos, principalmente un clarinero y un violón, dirigidos por el maestro de canto. Su coste recaía preferentemente en las arcas corporativas, aunque también menudeaban las donaciones femeninas al respecto.
1791.- A 9 de junio. Recibo por un Simpecado, que firma Antonia Bazo, “Maestra del Arte del bordado”, por 1150 reales. Otro recibo a 3 de julio, firmado por Francisco Escacena, por pintar y dorar las varas, cobrando 32 reales de vellón.
1792.- Todos los años se renovaba la junta de gobierno, compuesta por una Hermana Mayor, una Secretaria, cinco Consiliarias, una Camarera y dos Diputadas de faroles. Desde 1792 se nombra fiscala y una consiliaria, pero dejan de nombrarse en cambio a las diputadas de faroles.
1793.- Vuelven a nombrarse dichas diputadas. A veces se elige tan sólo una de ellas, y en ocasiones hallamos una “Cobradora de cuartos” (que sería lo más parecido a una Mayordoma actual, aunque tampoco exactamente lo mismo).
Resulta curioso e interesante que entre los pagos se mencionan gratificaciones a los guardas de la Puerta Real por abrir al Rosario, que en general ascendían a cuatro reales de vellón. Esta referencia a los guardas confirma la situación casi a extramuros de la Hermandad, así como el horario de tal culto, pues podía ser a medianoche, tras el toque de oraciones, o de madrugada tras el toque de alba. Otro concepto económico a cubrir eran las luminarias con que se celebraban las grandes fiestas. Se habla de una acción, “colgar y descolgar el armario”. Aparece muchas veces, casi siempre en fechas coincidentes con el jubileo celebrado en julio. María Teresa Ruiz Barrera apunta modernamente la posibilidad de que el armario se refiera al sencillo retablo en que se guardara el Simpecado de Gala, utilizado en magnas procesiones. Para subvenir los gastos se organizaban rifas. Entre 1793 y diciembre de 1806 veremos anotada una serie de premios, insólitos para nuestros días: Seis tomates, una piña, una tarta de dulces, dos ramos de naranjas, claveles sueltos (el número oscila desde 13 a uno, e incluso en una ocasión subastan una maceta de estas flores). En cuestión de aves se rifaron dos pollos, dos pichones, un palomo, tres conejos.
1796.- En septiembre de este año se compraron diez faroles. La compostura de tales elementos constituye una de las anotaciones más numerosas.
1810 (hacia).- Siguió esta Hermandad en estado floreciente hasta la entrada de los franceses en este año, pues al incendiar el Colegio de San Laureano, se vio privada aquella de sus religiosos, que aunque no la abandonaron del todo, se vieron obligados a hacerlo de una manera definitiva cuando en 1.835 se decretó la exclaustración de los religiosos y el Colegio fue derribado el año 1.837, del que quedó como recuerdo la Capillita de Ntra. Sra. del Rosario, de los Humeros. El apacible y discreto rumbo de la Hermandad quedó torcido con el incendio del convento de San Laureano, que le privó temporalmente del sostén espiritual de los religiosos.
1815.- La Hermandad no debió quedar demasiado afectada por el desastre, como lo demuestra que en este año se imprime la Salve en verso que cantaban sus cofrades. “Con licencia. Sevilla. Imprenta de Don Bartolomé Manuel Caro y Hernández”. (Véase apartado musical).
1817.- Sorprende la cantidad de veces que esta Hermandad varió la redacción de su título patronímico. Una convocatoria impresa en este año, para una misión solemnísima que se celebró en la iglesia de las monjas del Dulce Nombre de Jesús, la llama "Fervorosa y Antigua Congregación de Nuestra Señora de la Merced y Santísimo Cristo de la Redención". Suponemos que este nombre de la Redención procede del Calvario situado en otra de las capillas de la muralla.
1827.- Cesan las anotaciones de los cuadernos anteriormente referidos, y que tan útiles han resultado para conocer menudencias o aspectos insólitos en la vida de la corporación.
1835.- Después de casi seis siglos de permanencia en el barrio, los religiosos mercedarios tuvieron que marcharse definitivamente cuando el propio gobierno nacional decretó su expulsión en 1835, siendo derribado el Colegio dos años más tarde.
1851.- Para un álbum de los Montpensier, se tomó una fotografía de la Puerta Real, que es hoy el principal testimonio gráfico de dicho monumento. Está sacada desde el interior de la ciudad, y aparte de la indudable belleza arquitectónica del conjunto, permite observar las dos capillas que la flanqueaban, con puerta a ras del suelo y balcón superior, rematadas por sencillos tímpanos o frontones triangulares al gusto neoclásico.
1850.- A mediados del siglo XIX la Hermandad mandó hacer una imagen de talla (cabeza y manos). Pese a los trastornos ocasionados por los sucesos políticos y por la expulsión de los religiosos, la Hermandad consiguió mantenerse a flote, como lo prueba que este año, dicha imagen de talla salió por primera vez procesionalmente el día 29 de septiembre, recorriendo el barrio de San Vicente.
1859.- Este año, antes de la Revolución del año 68, fue derribada la Puerta Real (uno de los muchos atropellos urbanísticos que cometieron los "ilustrados"), con lo que la capilla ganó algún espacio, destinándose su parte baja para iglesia y el alto para sala de la Hermandad.
Esto último ocurrió así: Como forzosamente tenían que desaparecer los retablos que a la Puerta estaban adosados, la Hermandad rogó al Ayuntamiento le concediera un pequeño local que ocupaban los "guardas del consumo", junto a la muralla, bajo el antiguo retablo de San Antonio. Concedida la autorización, con ciertas restricciones por parte de la ciudad, se labró el ámbito o solar que ocupa su actual sede.
1865.- Se conserva inscripción sobre mármol que dice: “Se hizo esta capilla año de 1865 siendo Hermano Mayor D. Joaquín Bravo, Conciliario 1º D. Agustín Arroyo, I. D.º D. Eugenio Llano, Mayordomo D. Franco. Arroyo, Fiscal D. Ricardo Morales, Secretario D. Manuel Gallego y Capiller D. Antº Molina”.
1875.- El 24 de septiembre se restaura la corporación con nuevas Reglas, bajo el nombre de "Nuestro Padre Jesús de la Redención y Nuestra Señora de las Mercedes'. Por esta época, sus cofrades o hermanos consiguieron que los arzobispos sevillanos don Luís de la Lastra y Cuesta y fray Joaquín Lluch y Garriga, y el entonces obispo auxiliar don Marcelo Spínola y Maestre, concedieron 100 u 80 indulgencias a quienes asistieran a los cultos de esta imagen, rogando a Dios por las necesidades de la Iglesia y del Estado.
1897.- También se obtuvo del papa León XIII unas "Letras Apostólicas" (dadas en Roma en 1 de septiembre) con Indulgencia plenaria para todos los fieles que habiendo confesado y comulgado, visitasen la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes desde la tarde del sábado a la noche del domingo en que se celebre su fiesta, pidiendo al Señor "por la concordia de los Príncipes cristianos, extirpación de las herejías, conversión de los pecadores y exaltación de la Santa Madre Iglesia".
1898.- Se conserva convocatoria de la solemne novena a la Virgen, “cuya imagen se venera en su propia y antigua capilla, al sitio de la Puerta Real”. Va ilustrada con grabadito idealizado de la Reina Mercedaria amparando bajo su manto a los devotos.
1904.- Otra Letra Apostólica de San Pío X, fechada en 19 de agosto, concediendo indulgencia similar a la anterior.
Principios siglo XX.- Durante el último tercio del siglo XIX y primeros años del XX, la Hermandad alcanzó bastante florecimiento. Para recreo de los lectores, recogemos ahora un pequeño ramillete de anécdotas: -En la calle Bailén 45 existía un corral (40 habitaciones, 100 chiquillos) llamado de las Mercedes. El día de la fiesta de la Virgen se celebraba allí un tradicional Rosario, que era "mú antigüísimo", según decía una vieja vecina del mismo, a la cual le había nacido los dientes en la casa y... ya no los tenía. -Perteneció a la corporación Manuel Lobato, "Niño de la Puerta Real", ex novillero. -Al pequeño Jesús que figuraba en el paso lo llamaban "el Niño Cautivo" y era "imagen muy venerada en el barrio". Lo vestían con gran candor, en un estilo casi monjil, con capita, faja, pantaloncitos y una especie de gorro en la cabeza. -Delante del paso iban otros niños, éstos de carne y hueso, vestidos de angelitos, con no menos candor ni gracia: alas artificiales, túnicas blancas, cintas en la frente, las manos recogidas en actitud de inocente oración.
1910.- A partir de ahora se palpa un período de decadencia. Solamente el capiller o santero cuidaba de recoger las limosnas para que no faltase algún culto. Sin embargo, al menos ocasionalmente, continuó celebrándose la procesión, como veremos seguidamente.
1927.- En octubre salió acompañada por la banda del maestro Tejera, con gran animación en el barrio y recorriendo el siguiente itinerario: San Vicente, Marqués de Tablantes, Redes, Alfaqueque, Antonio Salado, Puerta Real, Goles, Marqués de Tablantes, Bajeles, Locomotora, Liñán, San Laureano, Alfonso XII, Gravina, Canalejas, Rafael González Abreu, San Pedro Mártir, Bailén, Cepeda, Museo, Alfonso XII y Puerta Real. iNo está nada mal el recorrido...! Como si fuera pequeño o insuficiente su propio barrio de la Puerta Real, se entraba en calles de los Humeros (feudo de la Virgen delRosario) y en calles de la feligresía de la Magdalena (territorio inexcusable de la Virgen del Amparo).
Por cierto: El paso sacó algunas veces (o quizá, "muchas veces") los candelabros del misterio de las Siete Palabras. La Virgen iba tan alta casi como la Alegría, proporcionalmente hablando. Parecidos también a los de la Alegría, eran unos clásicos faroles altos de cristal que figuraban en el cortejo; no sé si estos faroles eran propios de las Mercedes o prestados por los Humeros.
1930.- El descuido y abandono que arrastraba la capilla culminó cuando está se hundió en el año 1930. Traída la imagen de la Virgen, primero a la capilla del Museo, después a la parroquia de San Vicente, un grupo de hermanos de las Siete Palabras, compadecidos del olvido en que se hallaba, quisieron reanimar su culto, instalándola provisionalmente en el recinto de esta cofradía, en un altar provisional de la nave del Evangelio. Entonces, se intentó reedificar la capilla de las Mercedes, y como no existía entidad responsable para hacerse cargo de la obra, determinaron reorganizar la Hermandad, cuya Junta reorganizadora fue aprobada por Decreto del Arzobispado del día 2 de agosto de 1.940 y se mando al Sr. Cura Párroco de San Vicente que entregase la llave de la Capilla para que se hicieran las obras que constaban en el escrito que presento D. Fernando Valencia de los Santos en julio de aquel año. Uno de los señores que en estos años mostró más desvelos y cariño por esta Hermandad fue el Sacerdote Rvdo P. D. Manuel Ruiz López de feliz memoria, a quien la Junta de Gobierno nombró “Hermano Mayor Honorario” el día 7 de septiembre de 1.943.
1940.- Se consigue el objetivo anterior. Se distinguieron en estas gestiones don Fernando Valencia de los Santos, el cual presentó un escrito en Palacio, y el sacerdote don Manuel Ruiz López, de feliz memoria.
1943.- La Junta de Gobierno nombró hermano mayor honorario en 7 de septiembre de al antedicho sacerdote.
1944.- Finalizaron las obras de la capilla, dirigidas por el arquitecto don Aurelio Gómez Millán, y el 24 de septiembre, fiesta de la Santísima Virgen, el cardenal Segura bendecía la restaurada Capilla, casi sacada otra vez de cimientos. Asistieron al acto representantes de las Autoridades locales, religiosos de la Merced, hermandades de la feligresía y mucha gente de aquel barrio. Al siguiente domingo, 1 de octubre, la Virgen fue trasladada desde San Vicente a su capilla en solemne procesión, al cabo de catorce años de ausencia, quemándose fuegos artificiales al entrar en ella, amenizando el acto la banda del famoso Tejera.
1945.- Por este año aún celebraba el barrio una Velada, "sencilla e íntima, pero encantadora”, al decir del sensible periodista Pedregal. Pronto, la devoción a la Virgen de las Mercedes (que en realidad nunca se apagó del todo, como hemos visto a través de estas líneas) volvió a tomar un formidable auge. En algunas ocasiones, dados los afectuosos vínculos existentes con la cofradía de la Siete Palabras, se intentó reunir ambas corporaciones en una sola hermandad, debido además de las relaciones muy cordial existentes, al haber un gran número de hermanos que pertenecían a una y la otra, e incluso ocuparon cargos en ambas Juntas de Gobierno. Pero la iniciativa no prosperó, por haber prevalecido el criterio de que la Hermandad de Gloria, por su gran tradición e historia, merecía tener vida propia.
1956.- A partir de abril de este año hubo otro periodo de decadencia, pero afortunadamente de poca duración, pues no se celebraron cultos a la Virgen y permaneció cerrada la capilla.
1958.- Un grupo de significados hermanos (entre ellos Domingo Bellido Vázquez, devoto de la Santísima Virgen y antiguo hermano mayor) inician gestiones para resolver tal situación, constituyéndose una junta reorganizadora hasta la celebración de nuevo cabildo general de elecciones.
1960.- A lo largo de esta década de los sesenta se hizo la importantísima renovación de paso e insignias, que aún habría de continuar y perfeccionarse durante la década siguiente. Fue algo sencillamente imparable e increíble, lo cual contrastaba con el decadente estado que entonces atravesaban –por desgracia- muchas otras corporaciones de Gloria.
1962.- Libro de Reglas en plata de ley. Repujado por Jesús Domínguez. El 1 de marzo se encargaron a Guzmán Bejarano cuatro candelabros de siete luces, por 8.000 pesetas el juego, sin incluir dorado. (Hasta entonces la Hermandad venía usando una vieja parihuela, que fue vendida a la Asociación Salesiana de calle San Vicente, la cual más tarde la sustituyó por otro paso nuevo).
1963.- El 30 de mayo se aborda por fin las andas definitivas, al encargar a Guzmán un juego de respiraderos y maniguetas en Pino Flandes, que ya salieron a la calle aquel año 63, a falta de oro, estofado y bruñido. Otra importante novedad la constituía una saya donada por el matrimonio Rincón (actualmente sobre tisú, entonces en terciopelo blanco), bordada enteramente a realce. Es la más rica de todas y la que frecuentemente luce en su salida procesional. Hacia este momento Rincón ejecuta igualmente los faldones, guarnecidos con cenefas de aire macareno.
1964.- Se estrenan los dos candelabros laterales de cuatro luces y el dorado de los respiraderos, quedando completa la primera fase de los trabajos para el magnífico paso. También se estrenaba una magnífica capa pluvial, bordada.
1965.- El día 12 de mayo de ese año de las Misiones Generales celebradas en Sevilla, la Hermandad nombra, como acto de agradecimiento, a la Comunidad de Religiosas Siervas de Jesús de la Caridad, “Camareras Honorarias” de la Santísima Virgen de las Mercedes Coronada.
Durante las Santas Misiones, la Virgen de las Mercedes fue trasladada a la zona segunda (Alameda), para presidir el centro nº 2 instalado en las Escuelas de Bécquer, en la calle Torneo. Colaboraron en este centro las religiosas Siervas de Jesús de la Caridad.
El Boletín de las Cofradías informa de un curioso detalle: La Hermandad de la Puerta Real, “una vez trasladada su imagen titular, desde el centro misional que presidió, a su capilla, volvió al referido centro, en corporación, acompañada por los numerosísimos fieles que habían aclamado a la Santísima Virgen, para desde allí acompañar a S. D. M., hasta el Convento de las Religiosas Siervas de Jesús de la Caridad, en la calle San Vicente. El acto resultó pleno de emotividad y devoción, constituyendo una gloria más para esta popular y ejemplar Hermandad”. Para la procesión de septiembre estaba anunciado un itinerario que, en su último tramo, cubría parte del barrio de los Humeros, huérfano por entonces de su procesión del Rosario: Puerta Real, Alfonso XII, San Vicente, Cardenal Cisneros, Jesús, Baños, Redes, Alfaqueque, Antonio Salado, Goles, baños, Torneo, Plaza Blasco de Garay, Bajeles, Locomotora, Liñán, San Laureano y Puerta Real.
1966.- El 4 de julio se contrata con Guzmán la hechura de la peana, que es de porte auténticamente monumental y por su mucho coste queda varios años sin dorar.
1969.- La imagen mariana fue substancialmente remodelada por Álvarez Duarte, ofreciendo desde entonces su fisonomía actual.
1970.- Durante esta década, no dudamos en afirmar que la fervorosa Hermandad de la Puerta Real vive su mejor época y que es una de las de Glorias que muestran mayor entusiasmo e inquietud. El vecindario siente enorme simpatía por la Virgen de las Mercedes, lo cual, unido a la incansable diligencia de sus hermanos, hacen que su salida resulte cada año un modelo de esplendor. Como ejemplo de ello bastará decir que el desfile procesional se enriquece con dos vistosas insignias: Banderín Mercedario y Guión de San Fernando, ambos bordados por Rincón.
1971.- Dada la pequeñez del recinto de su capilla se alquila una casa en calle Antonio Salado nº 1, puesta con mucho decoro y sencillez, cuya instalación se bendijo en septiembre, el día de la Virgen Titular. Su número (218742) aparecía en la Guía Telefónica, detalle menos trivial de lo que a primera vista parece, pues denotaba una actividad firme, mantenida, constante... que entonces -por desgracia- no se daba tanto entre las corporaciones de Gloria. También se antojaba llamativo que editase un Boletín, lo cual ahora es ya una costumbre extendida a la mayoría. El habitual capítulo de estrenos cuenta con seis ciriales e incensarios (Hermanos Celis) y juego de jarras, repujadas para el paso (Jesús Domínguez).
1972.- El fervor hacia la imagen, culminó clamorosamente con la realización de nada menos que una corona de oro, única diadema de tan preciado metal labrada modernamente para una Hermandad de Gloria. De esta forma, el 24 de Septiembre de 1972 (que ese año cayó muy oportunamente en domingo) se coronó solemnemente a la venerada imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, delante de la puerta principal del Museo de Bellas Artes, antiguo de La Merced.
Asistieron al solemne acto representaciones de varias hermandades, la Coral sevillana y la comunidad de Siervas de Jesús, amén de una gran muchedumbre. En el lucido cortejo que se organizó desde la Capilla hasta el sitio de la ceremonia, la Santísima Virgen iba sobre su paso procesional sin corona, portándose la nueva en una bandeja por la señora doña Ángeles Rebollo de Rincón, tocada con mantilla. El párroco de Bellavista, don José Antonio Pérez Domínguez de la Rasilla (que había predicado la función de la Hermandad) pronunció unas palabras y leyó las preces de ritual antes de subir al paso para colocar la corona sobre la cabeza de la Virgen. En este momento las bandas ejecutaron el Himno Nacional, mientras la multitud prorrumpía en fuertes aplausos. En medio de una gran muchedumbre la Virgen prosiguió su camino hasta su sede canónica en procesión triunfal.
Previamente, las Siervas de Jesús habían cantado el Himno de Judit. La Coral cantó el Aleluya y otros motivos religiosos. Por último, la masa de fieles entonó el "Salve, Madre", resultando en conjunto una brillante manifestación, premio a una labor subterránea y sacrificada.
Para valorar debidamente aquel logro, conviene hacer constar que la realización de una corona de oro era entonces “un hecho impensable no sólo para casi la totalidad de las Hermandades de Gloria de la ciudad, sino para la gran mayoría de las Hermandades de Penitencia” (así lo expresa, paladinamente y sin ambages, el propio Boletín de las HH y CC en su nº 477, p. 10).
En el recorrido de retorno, la Virgen pasaba de nuevo a los 11 años por calle Bajeles. Un grupo de jóvenes le hacen una ofrenda de sevillanas con guitarras. Acompañaban la procesión dos bandas de música, una de cornetas y tambores abriendo marcha, y detrás, cerrándola, la de la Cruz Roja completa.
De este fecundo año son también cuatro dalmáticas para los acólitos, en brocatel con escudo mercedario bordado. (Rincón). Y la marcha procesional “Mercedes de la Puerta Real”, compuesta por el maestro director de esa Banda de la Cruz Roja, don Enrique García Muñoz. Se interpretó por primera vez tras el acto de su coronación. La Hermandad tenía en aquellos días unos quinientos hermanos: trescientos varones y doscientas mujeres.
1973.- Rincón ejecuta manto procesional, de terciopelo rojo, al que se le superpusieron adornos de tres trajes de luces (Diego Puerta, Julio Aparicio y Miguel Báez el Litri). Villarreal labra el Escudo Mercedario que la imagen lleva sobre su pecho, en oro de ley. Además se hace contrato para dorar la peana con oro fino San Luís o sevillano.
1974.- Con motivo del Año Santo de la Reconciliación, el paso de la Virgen de las Mercedes hizo estación al templo de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, en la plaza de San Lorenzo. Rincón enriqueció aún más el vestuario de la Virgen, con una toca de sobremanto, bordada en realce sobre malla de oro. También se estrenaban dos faroles para la Cruz de Guía, asta para la bandera, dos faroles delanteros del paso, el llamador y cinco varas de presidencia, cincelado todo ello por Villarreal. Más 36 coronillas de guardabrisas (Manuel Ríos).
1976.- Al término de la función de Instituto (celebrada el 3 de octubre en la parroquia de San Vicente, donde al amanecer había sido trasladada la imagen), el cardenal Bueno Monreal impuso la primera medalla de oro de esta Hermandad al que durante muchos años ha sido su "alma y vida", don Fernando Garduño Martínez. Imposible referir, siquiera sintéticamente, todo lo que este señor ha luchado y trabajado, día a día, tarde y noche, siempre en perpetuo desvelo para engrandecer la Hermandad con su acertada gestión administrativa y económica. La medalla (concedida, como no podía ser menos, "por unanimidad y por aclamación') apenas duró unos minutos en el cuello del homenajeado, porque inmediatamente éste se la ofrendó a su Virgen y Señora, sobre cuyo pecho luce. Muy acertado el comentario de Francisco J. Nieto Pérez (Boletín Cofradías nº 215, págs. 10 y 11: “El acto se celebró dentro de la Función Principal en la Parroquia de San Vicente Mártir oficiado por S. E. R. y con asistencia de representaciones del Consejo y de varias hermandades, pudiendo parangonarse en la brillantez con cualquier culto de las principales cofradías de Penitencia. Mención aparte de la justicia del homenajeado, una organización de tal altura sólo es posible en corporaciones de muy intensa vida en todos los órdenes”. Durante la procesión se estrenó una Bandera Mariana, que llamó mucho la atención por su desacostumbrado aspecto. El paño se refiere a la Asunción, pero el asta es una palma metálica (recordando al Misterio de Elche), coronada a su vez por una pequeña Inmaculada.
1978.- Con fecha 31 de octubre, previa aquiescencia de su augusto padre, aceptaron el título de "Camareras de Honor" de la Virgen de las Mercedes Sus Altezas Reales las infantas Cristina y Elena de Borbón y Grecia. Como ya hemos indicado, igual título de camareras honorarias detenta la comunidad de religiosas Siervas de Jesús. La munífica señora doña Ángeles Rebollo regala el cetro de oro de ley, obra de Villarreal.
1979.- Ráfaga de plata de ley (Villarreal). Hacia este año se crea un grupo joven, muy constructivo y simpático.
1980.- El 26 de septiembre fue recibido de hermano, ante el paso de la Virgen de las Mercedes, el padre Ramón Cué S.J., que predicó aquel año los cultos. Tan famoso apologista de nuestra Semana Santa dedicó en aquella ocasión bellas palabras a las Hermandades de Gloria, cuyo "descubrimiento" hizo a través de los celosos cofrades de la Puerta Real. Saya en terciopelo azul marino oscuro, bordada en hojilla de plata auténtica, al estilo de la cofradía del Valle. Fue regalo del hermano de esa cofradía don Rafael Delgado Artigas, que hizo el dibujo y que también era entonces prioste de las Mercedes. La prenda tiene su emotiva historia, pues la ofreció en acción de gracias por un favor recibido de la Señora.
1981.- Para sus solemnes cultos anuales, la imagen se trasladaba a menudo a la parroquia de San Vicente, y algunas veces salía procesionalmente de allí, para recogerse luego en su capilla de Puerta Real. En 1981 estos cultos solemnes se hicieron en la capilla del Museo, cedida gentilmente por su cofradía de Penitencia. Por cierto que durante algún tiempo hubo ciertas "diferencias" y frialdad en las relaciones con dicha cofradía, ya felizmente superadas, en aras de la fraternidad y sentimientos vecinales. Como recuerdo de estos cultos, la Hermandad de las Mercedes regaló a la del Museo un par de candeleros de mesa, en plata.
1982.- Se hizo otro homenaje a su ex-hermano mayor don Luís Felipe Pou Riesco, hombre comprensivo y abierto, perfectamente identificado con su tarea. Con fecha 12 octubre, fray Doménico Acquaro, "Maestro General de la Orden de la B. Virgen María de la Merced", otorgó a esta Hermandad sevillana una “Carta de agregación a la Cofradía de la Orden de Nuestra Señora de la Merced de Roma”, haciéndola partícipe de todas las gracias y privilegios concedidos a la Orden Mercedaria. Y por nuevas letras dadas en Roma al día siguiente (13 octubre), el mismo Maestro General concede al Padre Superior del Convento de la Merced de Sevilla, el que pueda delegar en el Director Espiritual de la Hermandad la facultad de imponer el Santo Escapulario de la Merced a los nuevos hermanos que entren a formar parte de esta corporación.
Por esta época se pasaría a color rojo el Estandarte, única insignia no bordada por Rincón sino por Carrasquilla. Ha conocido varias renovaciones del tejido que lo sustenta: Primeramente estuvo sobre terciopelo blanco y luego sobre tisú de plata, pero por ser telas poco sufridas, que se ensuciaban o ennegrecían fácilmente, se acordó darle la tonalidad bermeja actual.
1983.- Durante el verano el laborioso taller rinconiano daba los últimos toques a una saya de terciopelo verde oscuro con ornamentación de recortes, basada en los bordados asimétricos decimonónicos. La Hermandad había adquirido la casa colindante con su Capilla, para la futura ampliación de la misma, y entonces se llevaban a cabo los estudios técnicos correspondientes, asunto que se dilataría por sus altos costes.
1983-84.- Por estas fechas el cofrade e imaginero Antonio Dubé de Luque se encontraba tallando la nueva efigie del Crucificado de la Redención.
1987.- Manuel Hernández León hizo una talla de San Fernando, tamaño académico; se bendijo en la capilla del Museo, el día de su festividad 30 de mayo, y desde allí fue llevada en sencilla procesión nocturna a la Puerta Real.
Ese mismo año la Hermandad bendijo la imagen del Santo Cristo de la Redención, en recuerdo del antigua crucificado de la misma advocación que existía en la capilla. El mismo es obra de D. Antonio Joaquín Dube de Luque.
1988.- La Hermandad rindió un homenaje a José Alberto Garduño Navas, al cumplir las Bodas de Plata vistiendo a la Virgen de las Mercedes. ABC (25-9-88) decía que “La Virgen estrenará manto blanco liso. Los candelabros han sido cedidos por la Hermandad de San José Obrero”.
1989.- Una gran desaparición y un hueco irrellenable: Fallece don Antonio Rincón Galicia, pero su memoria queda para siempre en las Mercedes, a través del ingente patrimonio realizado para la Virgen. El sábado 25 de febrero fue bendecida, por fin, la imagen del Cristo de la Redención. El acto tuvo lugar en la parroquia de San Vicente e inmediatamente después fue trasladado a la capilla a hombros, en un vía crucis público.
Hacia diciembre se encontraban en el taller de Artesanía Arosa los candelabros del paso, para ser dorados de nuevo (En el presente año salieron a la calle en color “bol”, sin recibir todavía los panes relucientes del preciado metal).
1990.- Se anunciaban como estrenos: Manto azul liso y saya roja bordada. Túnica del Niño Jesús. Restauración y dorado de los seis candelabros del paso, en oro fino. Plateado de diversos efectos (varas presidencia, faroles delanteros del paso, llamador e incensarios).
1991.- Hacia el otoño, la Virgen volvió a su capilla de la Puerta Real tras la restauración llevada a cabo en la misma durante los últimos meses.
1992.- La corona aúrea figuró en la magna exposición sobre los Tesoros de las Cofradías, celebrada en la Caja San Fernando del 25 de junio al 25 de julio, cuyo catálogo la recoge en lugar destacado.
1993.- Vuelve a salir desde la capilla del Museo, tras dos años de hacerlo desde la parroquia de San Vicente.
1994.- Pocas veces un paso llevará luto con tanto motivo. El 26 de marzo fallece Fernando Garduño Martínez, paradigma, arquetipo y modelo de “Mayordomo de Gloria sevillano”, quien supo encumbrar a la más alta cima esta Hermandad, quedando indisolublemente unido a su memoria. En la capilla una placa de mármol da testimonio de ello.
1995.- La Hermandad obtiene el título de "Real", según concesión de S. M. D. Juan Carlos I, fechada en 17 de enero. A partir de ahora su título quedará de la siguiente forma: “Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad del Santo Cristo de la Redención, Nuestra Señora de las Mercedes y San Fernando Rey”.
1997.- XXV aniversario de la imposición de la corona de oro. El distinguido cofrade y famoso fotógrafo de las Glorias Sevillanas, don Gabriel Solís Carvajal, pronunció el 24 septiembre un pregón conmemorativo en la capilla del Museo, donde la venerada imagen de la Virgen de las Mercedes había sido trasladada para los cultos anuales, interviniendo en el acto la también afamada banda musical de Nuestra Señora de la Oliva de Salteras. La procesión del siguiente domingo 28 hizo estación de manera extraordinaria en el convento de Santa Rosalía, donde ingresó el paso para que las religiosas Capuchinas pudieran contemplar y rezar ante la imagen. Se estrenaba manto de salida en terciopelo azul con bordados de aplicación, realizados por Curquejo.
Con fecha 16 octubre la Hermandad de las Mercedes solicitó al Arzobispado que al acto realizado un cuarto de siglo antes se le concediese carácter canónico, igual que se había hecho con otro caso similar. Tal solicitud sería atendida un año después.
1998.- El 15 de octubre el Cardenal arzobispo de Sevilla, fray Carlos Amigo Vallejo, dictó un decreto por el cual se concedía carácter canónico a la coronación piadosa o solemne efectuada el 24 de septiembre de 1972, en la cual se impuso una Corona de Oro a la Santísima Virgen de las Mercedes.
Para el 9 de noviembre estaba prevista la bendición, por el mismo arzobispo, de la Casa de Hermandad, nuevas dependencias construidas al lado de la capilla. Sin embargo, por imposibilidad del prelado, presidió el acto el vicario episcopal de zona, don José Luís Peinado. (Por tanto, resulta matizable el cuadro de azulejos que dice: “Por acuerdo unánime del Cabildo de Oficiales celebrado el día 14 de Octubre de 1998. Estas dependencias fueron bendecidas por el Excmo. y Rvdmo. S. D. Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo de Sevilla. Sevilla, 9 de noviembre de 1998”)
Para la procesión del domingo 27 septiembre se anunciaron varios estrenos, como una blonda para el tocado de la Virgen, donada por un grupo de hermanos y devotos, así como unos pendientes de oro y un cíngulo bordado para la saya de salida (realizado por Fidelia Tercero Valero según diseño de Mariano Martín Santonja). Restauración de varias insignias de orfebrería y dorado de las coronillas de los guardabrisas, por el taller de Manuel de los Ríos. Por otra parte, la corporación se planteaba la restauración del paso procesional, que por su elevado coste, se iría haciendo por fases durante los próximos ejercicios. Se trataba, pues, de un proyecto “a largo plazo”, como dijo a la prensa José Antonio Fajardo Romero, hermano mayor durante este activo e importante momento.
2000.- Decreto del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, concediendo a propuesta de la Alcaldía la Imposición de la replica de la Medalla de la Ciudad, a Nuestra Señora de las Mercedes Coronada, siéndole impuesta por el Excmo. Sr. D. Alfredo Sánchez Monteseirín, Alcalde de Sevilla, el día 24 de septiembre de 2.000.
En la plaza del Museo se le impuso a la efigie dicha medalla de la Ciudad, al igual que otras advocaciones coronadas canónicamente. El acto revistió gran solemnidad y asistencia de munícipes, destacando las palabras del Alcalde: “En estas tardes otoñales, Sevilla rinde homenaje a la Hermandad de la Puerta Real entregando su Medalla a la Virgen de las Mercedes”. El sr. Monteseirín se refirió además al arraigo que esta hermandad, como todas las de Gloria, tiene en su barrio, porque “esta ceremonia, en el tiempo, tiene el suave sabor de la más dulce Sevilla antigua. Sabed que hoy, hermanas y hermanos de las Mercedes de la Puerta Real, sois gloria de Sevilla, porque representáis a las corporaciones con más años de antigüedad de Sevilla”. Con un “Sevilla se hace en tu pecho, una medalla, Señora”, el primer regidor concluyó pidiendo a la Virgen que “sobre las ramas del tiempo sigan brotando nuevas hojas del tiempo para la Sevilla del porvenir”. La última de las intervenciones fue la del vicario episcopal, José Luís Peinado, que disculpó la ausencia del arzobispo, puesto que se encontraba en Écija. Peinado recordó que la más pura devoción a la Virgen está en las Hermandades de Gloria.
Para este acto la imagen quedó sobre su paso de espalda al muro de la Pinacoteca colindante con la capilla del Museo, el cual había sido revestido con terciopelo y tapices enviados por el Consistorio. La Policía Urbana, en traje de gran gala, escoltaba las andas, y algunos centros de flores aún añadían mayor belleza y colorido a este bien preparado recinto. Por cuyo ámbito, nos figuramos, tuvieron que sobrevolar esta tarde los espíritus sonrientes de Garduño, de Rincón…y de quienes entregaron tanto amor a la pequeña Virgencita.
El Hermano Mayor, sr. Fajardo Romero, agradeció la distinción otorgada y aprovechó para reivindicar el papel de las Hermandades de Gloria, pidiendo que no se abrigue ningún complejo de inferioridad, pues “no tenemos distinta categoría, sino que gozamos de una idiosincrasia particular que debemos aprovecharla, aunque adaptándola a los tiempos presentes para no quedarnos obsoletos. Las Hermandades de Gloria aún tienen mucho camino por recorrer, no se ha llegado a ninguna meta para detenernos. Hay que seguir con la tarea, porque tenemos en común una gran bandera que desplegar al viento; que no es otra que la devoción a la Virgen María…” La Coral de Nuestra Señora de las Nieves de La Rinconada intervino en diversos momentos de la ceremonia, y a su conclusión se inició o reanudó la anual procesión con la Santísima Virgen de las Mercedes, que contó con el acompañamiento de numerosas representaciones de Hermandades y del Alcalde y Concejales del Ayuntamiento hasta la iglesia de San Gregorio. Durante el verano la imagen fue de nuevo intervenida por Álvarez Duarte, para un proceso estrictamente de resanamiento y conservación, el cual se estimaba durarían un par de meses, estando acabado para las fechas de sus cultos solemnes tradicionales. Hacia octubre se supo que el convenio de la Caja de Ahorros San Fernando con el Consejo, había otorgado 200.000 pesetas para ayuda económica en dicha restauración. La Hermandad participó con alguno de sus efectos en la primera exposición de enseres de Hermandades de Gloria de Sevilla (Casino de la Exposición, del 5 al 17 de diciembre).
2002.- El día 28 de noviembre del año 2002, la Hermandad nombra al entonces Obispo de Osma Soria, nombrado por Su Santidad el Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, Arzobispo Castrense de España, y hoy creado por su Santidad Benedicto XVI, Arzobispo de Pamplona, y Obispo de Tudela, y Director Nacional de Obras Misionales Pontificias al Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Francisco Pérez González “Hermano de Honor”.
La Hermandad Mercedaria siempre ha tenido un celo especial por traer los mejores predicadores para sus cultos. Ahora interviene en ellos el Obispo de Soria y Arzobispo Castrense, a quien se nombra hermano de honor, acompañando durante todo el trayecto la procesión. El 24 de septiembre fue bendecido el retablo cerámico con la Sagrada Titular, obra del hermano José María Gómez Clérigo, ofrenda de Gabriel Solís Pérez y Gabriel Solís Carvajal, a quienes también se designaría al año siguiente como hermanos de honor. El último día del año entregaba su alma a Dios el insigne tallista y hermano de esta corporación Manuel Guzmán Bejarano, cuyas gubias crearon la filigrana del trono procesional.
2003.- Marcha “Puerta del Cielo”, de Juan Antonio Verdía Díaz. Detalle simpático es que la corporación se unió fraternalmente con hermanos y familiares el 5 de enero, para ver el paso de la Cabalgata de Reyes ante la puerta de la Capilla, dándose el hecho histórico de ser la primera vez que en los tiempos recientes pasa por este lugar.
El 17 de marzo fallece la señora doña Ángeles Rebollo Fuentes, viuda de Rincón, que tantos obsequios hizo a la Celestial Señora: entre ellos el magnífico cetro de oro. Fue casi la madrina de la Coronación, pues a ella le cupo el honor de portar la flamante presea de oro, donde se incluye alguna alhaja suya. También se echaba en falta la presencia de “Paquita” (doña Francisca Murcia García), una invidente de nacimiento, muy querida por todos desde que se dio de alta en la nómina de la Hermandad. Nunca faltó, incluso estando ya muy enferma, a la Eucaristía de todos los domingos en la capilla. Dejó como recuerdo suyo una Virgen de Fátima y un Niño Jesús. Tanto Ángeles Rebollo como Paquita fueron esos personajes que hacen realmente entrañable la vida de una Hermandad.
El 1 de junio, finalizada la función en honor de San Fernando Rey, se procedió a bendecir una pequeña imagen, enviada desde Roma, que representa a Santa María Josefa del Corazón de Jesús, fundadora de la comunidad de las Siervas de Jesús de la Caridad, las cuales son camareras de la Stma. Virgen de las Mercedes desde el año 1965. Muchas eran las aportaciones para el patrimonio: Otra pequeña imagen de Santa Ángela de la Cruz, en madera de cedro, obra de J. Francisco Rodríguez Fernández, obsequio de Gabriel Solís. La ráfaga de plata fue restaurada por el taller de los Hermanos Delgado. Pero sin duda la principal novedad fue el comienzo de la restauración de los respiraderos, a cargo del taller de sobrinos de Antonio Díaz Fernández. Destacar también que la Virgen lucía Fajín Eclesiástico de Capellán Coronel Castrense, donado por el director espiritual, don Francisco Macaya Floristán; siendo la primera imagen que porte un fajín de estas características. Además le ha sido ofrecida una esclava de oro de ley por doña María Prados Losa, madre de nuestro hermano Jesús Jiménez Prados.
2004.- José Antonio Bravo García realiza dos ángeles para la peana del paso, donados por los hermanos Miguel Ángel y Alba Bernal Franconetti. Es también novedad un pedestal en forma de nube con cabezas de ángeles, realizado por José Francisco Fernández Rodríguez para el camarín de la capilla. Durante el besamanos la Virgen tenía detrás como fondo el hermoso Simpecado de la Cofradía del Museo; apreciándose que, precisamente eso es lo único que le falta en su patrimonio a la Hermandad de la Puerta Real: Un Simpecado a tono con su grandeza. (Tiempo y gusto habrá para hacerlo).
2005.- Son de sobra conocidas las enormes dificultades para introducir el paso en su capilla, aún con la ráfaga desmontada, pues una vez franqueado el dintel de la puerta, se opone un nuevo obstáculo con la tribuna, lo cual exige otro tremendo esfuerzo suplementario a los costaleros. Por mucho que éstos se esmeren, a veces ocurre lo irremediable. Este año la corona de oro quedó con la cruz doblada y con un cierto alabeo, que fue arreglado cumplidamente por los excepcionales orfebres Hermanos Delgado, y costeado fraternalmente por la Cofradía del Museo. La imagen de San Fernando Rey, cotitular de esta corporación, fue cedida a la Hermandad de Montserrat para el altar que monta con motivo del “Corpus Chico” de la feligresía de la Magdalena. Este año se compone nueva salve para la Virgen.
2006.- Viernes 17 de noviembre. En la tarde de este día el paso de las Mercedes fue prestado para la imagen de Nuestra Señora de la Paz, Reina de la Familia, una advocación que se encuentra en la iglesia de Los Terceros y que salió excepcionalmente con motivo de unas Jornadas Andaluzas de Administradores de Fincas, quienes la consideran como su patrona. En una procesión bastante rápida, las andas contornearon la gran manzana formada por las calles Bustos Tavera, Peñuelas, Plaza de San Román y Sol, dentro de un espacio urbano diferente a su barrio de la Puerta Real. (Como curiosidad, dicha efigie tiene su sede en la capital hispalense, pero se traslada cada año a la ciudad andaluza donde se celebran las jornadas. Para facilitar dichos desplazamientos su tamaño es como el de las Mercedes, algo inferior al natural; de ahí que le viniera a la medida tan estupendo trono procesional).
Para la salida procesional se estrenaba nuevo tocado de encaje de blonda, donado por el hermano don Ildefonso Gil Asencio. Volvió a cederse la imagen de San Fernando para el altar de Montserrat, ya que el año anterior hubo lluvia. El 28 de octubre la Hermandad viajó en autocar hasta Huelva, concretamente hasta su Catedral, para reunirse en fraternal convivencia con la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Cadenas (la Merced). El lunes 27 de noviembre la Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla acordó designar a la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes Coronada, para presidir el Pregón de las Glorias de 2007, acto que tendrá lugar en la Catedral el 5 de mayo. Será pronunciado por José Antonio Rodríguez Benítez, que a sus 23 años de edad, es el pregonero más joven de este hito cofrade. (Feliz circunstancia, porque la Hermandad de la Puerta Real también fue una adelantada durante los años sesenta y setenta, al proceso de remozamiento que hoy experimentan las demás corporaciones letificas).
2007.- De esta forma, el último acto de importancia de la Hermandad se sucede en el 2007 cuando la Virgen es trasladada a la Santa Iglesia Catedral para presidir el pregón de las Glorias de María, que pronunció el periodista José Antonio Rodríguez Benítez, conforme estaba acordado, alcanzando gran brillantez.
El traslado al Templo Metropolitano fue en la mañana del 5 de mayo. De la fachada de la capilla colgaban dos largos reposteros de damasco, con anagrama mariano. La Virgen lucía un manto blanco bordado, cedido especialmente para esta ocasión por la Hermandad onubense de la Merced, y saya del mismo tono, recuperando así la habitual policromía mercedaria. El Grupo Joven de su Hermandad le había ofrecido una finísima azucena de plata, que la imagen llevaba en su mano izquierda. También era muy original y elegante el tocado, dispuesto como un peto de tisú de plata con ligera ondulación en sus bordes, sembrado de joyas. Se pudo contemplar la restauración y enriquecimiento de la toca de sobremanto, que fue ejecutada por José Manuel Lozano, autor y donante del ya referido peto o pecherín. Otros estrenos eran un cíngulo bordado por Francisco Carrera Iglesias, y un rosario y medalla de plata de la Virgen de la Sierra, Patrona de Cabra, ofrecidos estos últimos por un hermano que reside en la ciudad egabrense. Un sol radiante acompañó toda la procesión, destacando el paso por Campana y Sierpes. Previamente, el paso había sido recibido en el convento mercedario de San Gregorio, así como por la Hermandad del Silencio.
El pregón de la tarde del día 5 respondió a las expectativas. José Antonio Rodríguez Benítez, además de un rosario material, ofrendó a la Virgen sus palabras: “Tu obra no necesita / grandes templos de riqueza. / Por eso al ver el vacío / de aquellas murallas huérfanas / imagino aquel lugar / donde una Virgen es reina / teniendo sólo un altar / y una ventana pequeña. / Tu plaza es Catedral / donde habita a ciencia cierta / el cielo detrás de un arco, / Mercedes, bajo tu puerta”.
A su regreso de la Catedral en la tarde del 6 de mayo, la procesión se detuvo ante el Ayuntamiento, donde fue recibida por representantes de la Corporación Municipal, despidiéndose allí los estandartes de las demás Hermandades que venían acompañando. Luego el paso hizo estación ante la iglesia del Santo Ángel, ante la parroquia de la Magdalena, y ante la capilla de Montserrat. En este último recinto ingresaron las andas, produciéndose una estampa histórica e inolvidable. Igual se hizo en la capilla del Museo. Tanto a la ida como a la vuelta acompañó la banda municipal de la Puebla del Río.
Finalmente el 19 de junio fue presentado en la capilla el DVD de la salida procesional extraordinaria, con motivo del citado Pregón de las Glorias.
2008.- Para este curso Cajasol concede una ayuda de 1900 euros para que el taller de Sobrino de Antonio Díaz restaure el paso procesional. La procesión salió con itinerario reducido por amenaza de lluvia, que finalmente hizo por desgracia su aparición, yendo por Plaza del Museo, S. Vicente, Alfaqueque, Goles y Puerta Real.
2009.- La Virgen porta en su salida un manto blanco de brocado cedido por la Hermandad de la Victoria de Manzanilla, recuperando una estampa añeja. El itinerario fijado para la salida procesional fue el siguiente: Plaza del Museo, San Vicente, Cardenal Cisneros, Abad Gordillo, Alfonso XII, Santa Vicenta Maria, Virgen de los Buenos Libros, Cardenal Cisneros, San Vicente, Plaza de Rull, García Ramos, Alfaqueque, Mendoza Ríos, Redes, Alfonso XII, y Plaza de la Puerta Real. Miles de sevillanos acuden a ver la procesión.
Se estrena un relicario ostensorio con una Reliquia de Santa Maria Josefa del Corazón de Jesús, Fundadora de las Siervas de Jesús de la Caridad, envidada de Roma, y donada por la Madre General de dicha Congregación. Además el dorado de las guirnaldas de los moldurones del respiradero trasero a cargo del taller de dorado de Antonio Díaz y una nueva orla de pergamino, para los hermanos que cumplen Bodas de Plata, y otros actos oficiales de la Hdad.
También se procedió a restaurar y platear los faroles delanteros del Niño Jesús, el llamador del Paso de la Stma. Virgen y la caja de llaves del Sagrario, llevadas a cabo por los Hermanos Delgado. Así mismo, se ha restaurado y limpiado los ángeles de la peana de la Virgen, a cargo del imaginero José Antonio Bravo García.
2010.- Se mantiene el itinerario del pasado año en la salida procesional, algo que se mantendrá en años sucesivos. Se cambia la fecha de los cultos, volviendo la procesión a tener lugar en la jornada del sábado. Destaca que tras varias décadas se engalana para la ocasión la Plaza de la Puerta Real con mantones y colgaduras. Por primera vez, los jóvenes de la hermandad adornan con flores de papel la calle Mendoza Ríos, Alfaqueque y Redes.
2011.- Se incrementa la ornamentación de las calles para la salida procesional, destacando una gran petalada en la calle Mendoza Rios, al igual que se hacía en los años 90.
La Stma. Virgen estrena un rosario de oro donado por la familia López Pascual. Para el paso, así mismo, se estrena un ostensorio en plata con una reliquia de San Pancracio. Se procede a restaurar la peana del paso tras la rotura de una pata en la procesión de 2010. Destaca además: arreglo interno de los faroles de la Cruz, mejora de la fijación de los ángeles de la peana de la Virgen, dos velas pintadas para los faroles del Niño, haciendo referencia al Derecho a Vivir y a la pasada JMJ, pintadas por N. H. Carlos López. En la puerta de la Capilla del Museo los jovenes realizan por primera vez una bella alfombra de sal con el escudo mercedario.
En diciembre el grupo joven organiza una venta de dulces, tómbola y zambombá para iniciar la recaudación de fondos para poder realizar la tan ansiada obra de restauración de la Capilla.
2012.- En marzo se celebran cultos con carácter extraordinario al Santo Cristo de la Redención, saliendo el viernes 11 en Vía Crucis a la Parroquia de San Vicente. Allí permaneció hasta el día siguiente en Besapiés. Al final de dicha jornada se celebró la Solemne Función y la tradicional Meditación. Tras ello se produjo el traslado de regreso. El domingo, como culmen, tuvo lugar Solemne Besapiés en la Capilla. La joven pintora Silvia Ortego realiza una composición pictórica por la efeméride citada.
La Virgen luce en el mes de Mayo un habito mercedario de diario pintado, tras casi medio siglo sin hacerlo. Es un conjunto de poca calidad pero de gran cariño y afecto, que ha sido donado y realizado por el auxiliar de priostía, Juan Manuel González.
Se modifica la fecha del Jubileo Circular de la XL Horas, pasando a celebrarse los días 3, 4 y 5 se septiembre.
La Función Principal de Instituto (23 de septiembre), corre a cargo de Arzobispo de Sevilla, Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina. Durante la comida de hermandad, que tu lugar en la Casa Hermandad del Museo, la Hermandad de la Merced de Huelva hizo entrega a nuestra corporación de un broche en metal dorado con el símbolo de la esclavitud atravesado por un puñal similar al que posee la dolorosa de la corporación onubense. El mismo fue estrenado durante la salida procesional, llevándolo la Stma. Virgen prendido de la saya.
En la salida procesional se mantiene un año más la alfombra de sal en la puerta de la Capilla del Museo, así como la ornamentación de los callejones y de la Plaza, todo ello realizado por los jóvenes. Se incorporan por primera vez al mando del paso los capataces Francisco Loza y José Monge. Durante la procesión la lluvia hizo acto de presencia a la altura de Abad Gordillo, refugiándose la Virgen de las Mercedes en la capilla del Museo. Tras un tiempo de espera se decidió regresar por el camino más corto a nuestra Capilla. La Virgen fue recibida en la Plaza de la Puerta Real con una petalada y una sevillana.
En cuanto a otros aspectos a destacar tenemos: el estreno de un encaje de oro para las mangas de la saya de salida regalo del Prioste 1º; limpieza y reposición en ciertas zonas de policromía de las manos de la Stma. Virgen por el roce del cetro, pintura realizada en pastel por N. H. Juan Manuel González, que ilustró la portada del Boletín y el Cartel 2012; y 6 colgaduras pintadas por N. H. Juan Manuel González.
Durante el recorrido la hermandad lleva a cabo una acción pionera en el orbe cofradiero, situándose un carro detrás del paso procesional recogiendo alimentos no perecederos para los más necesitados.
El viernes 12 de octubre, coincidiendo con la jordana de besamanos y por orden del Sr. Hermano Mayor se convocó Cabildo General Extraordinario de Reglas, donde se aprobó por unanimidad el nuevo proyecto de Reglas de la corporación, en sintonía con las Normas Diocesanas vigentes.
2013.- Ese año quedará especialmente señalado en la historia de la hermandad debido a las diversas recuperaciones históricas realizadas en materia de patrimonio, todo ello gracias a las donaciones realizadas por varios grupos de hermanos. Esto supone la recuperación de la iconografía mercedaria propia de la advocación de Nuestra Titular, y que por circunstancias de la historia, desapareció y quedó en el olvido. Son las siguientes:
-MANTO DE TISÚ DE PLATA: donado por un grupo de jóvenes y camareras de la Stma. Virgen y confeccionado por María Dolores y Vicente Ramos Cadaval. Se trata de un manto liso en tisú de plata, al igual que el que llevó la Virgen en 1972, año de la coronación y última vez que procesionó con un manto de estas características.
-ESCAPULARIO: bordado en oro por Mariano Martín Santonja y donado por otro grupo de hermanos. Tras 46 años sin hacerlo (1967) la Virgen de las Mercedes volvió a salir a la calle el pasado 28 de septiembre con este atributo propio de la orden mercedaria.
-ESCAPULARIO DE MANO: también en tisú de plata y bordado por Mariano Martín Santonja.
-CORREA MERCEDARIA: en terciopelo negro con cordoncillo de oro y realizada por Vicente Ramos Cadaval gracias a la donación de nuestro hermano Carlos López.
-GRILLETES: realizados en metal plateado por el orfebre hinojero Gustavo Larios Jacinto. También donación de hermanos.
-TRAJE DE NIÑO CAUTIVO: traje propio de esta iconografía, realizado en tisú de plata y que desde 1979 no lucía el Niño Jesús. Ha sido realizado por María Dolores y Vicente Ramos Cadaval y donado por un grupo de hermanos.
-ESTANDARTE: ha sido restaurado en el taller de Mariano Martín Santonja, recuperando el esplendor de la pieza de Carrasquilla y volviendo al tejido y color original de la misma, más apropiado con nuestra identidad. Ha sido el único estreno costeado por la propia hermandad.
Todas las recuperaciones, a excepción de los grilletes, fueron bendecidas y presentadas el 20 de septiembre tras la celebración del segundo día de triduo en honor de Ntra. Sra. de las Mercedes Coronada. Fue durante la comida de hermandad del día 23 cuando se hizo entrega de los ya citados grilletes.
Se recuperan para el rosario vespertino 12 hachetas, restauradas por N. H. Germán Leco.
Nuestro Hermano Carlos López realiza la pintura que sirve para ilustrar el cartel y la portada del boletín.
Para la salida procesional se mantiene el itinerario de años anteriores. La lluvia de los días previos impidió la instalación de la alfombra de sal en la Capilla del Museo.
Por segundo año y tras el éxito de 2012, durante el recorrido un carro fue detrás del paso procesional recogiendo alimentos no perecederos para los más necesitados. Además, se recogió ropa para niños con edades comprendida entre 1 y 3 para los hijos de mujeres del modulo de integración social pertenecientes a penitenciaria.
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Recientemente la Hermandad se encuentra inmersa en devolver, aún más si cabe, a Sevilla y al barrio de la Puerta Real y San Vicente, la devoción y la grandiosidad que tuvo la corporación en años pasados. También en poder realizar la ansiada obra de la Capilla y la Casa Hermandad.